
Cuando Steve y yo acabábamos de empezar a salir, fuimos a comer pizza en Nueva York. Tomé un pizza slice, lo pasé al plato y fui directa a por el cuchillo y el tenedor. Pero antes de cortar, escuché un rotundo “¡Nooo!” desde el otro lado de la mesa. Regla número uno: en Nueva York no se come la pizza con cubiertos. Se come con las manos. Siempre.
Me costó un poco cogerle el truco, pero ahora ya lo domino. Y sí, hay una manera correcta de hacerlo. Los pizza slices de Nueva York son grandes, finos y muchas veces un poco blandos en el centro. Si simplemente lo coges plano, corres el riesgo de que medio queso se te caiga antes de darle el primer mordisco.
El movimiento es este: dobla suavemente el slice a lo largo presionando un poco en la corteza. Lo justo para formar una especie de V suave. Así todo se mantiene en su sitio, es más fácil de morder y tus manos quedan relativamente limpias. De esa forma puedes comerte el pizza slice de pie en la acera o caminando por la calle, como un auténtico neoyorquino.
