
El koldskål casero es una sopa fría de suero de leche que se disfruta durante todo el verano en Dinamarca. Está tan integrado en la cocina danesa que, en los meses cálidos, puedes encontrar versiones listas para servir en la mayoría de los supermercados.
Algunos lo consideran un postre, pero otros – como mi papá – lo comen encantados como plato principal. La versión más sencilla lleva solo koldskål con kammerjunkere (unas galletitas dulces), pero en mi familia siempre le hemos añadido fresas frescas por encima, si hay.
El koldskål es facilísimo de hacer, así que espero que te animes a probar la receta. Ya sea como postre o como una cena ligera, es un plato delicioso y refrescante que podría convertirse en tu nuevo favorito del verano.
Notas
Tykmælk: Si no consigues tykmælk (una especie de leche fermentada danesa), puedes usar solo suero de leche (unos 950 ml en total). En Dinamarca, mucha gente lo hace únicamente con suero de leche. Si te gusta una textura más espesa, como a mí, puedes sustituir el tykmælk por yogur griego, Skyr islandés o crema agria baja en grasa.
Vainilla: Después de raspar las semillas de la vaina de vainilla, mézclalas con un poco de azúcar. Eso evita que se formen grumos y ayuda a que se repartan mejor. Si no tienes una vaina de vainilla, puedes usar esencia de vainilla en su lugar.
Kammerjunkere: El koldskål se sirve tradicionalmente con kammerjunkere, unas pequeñas galletas dulces y crujientes. También puedes añadir frutas frescas como fresas o frambuesas para darle un toque de color y dulzor natural.















