
Nueva York es intensa, ruidosa y va siempre a mil por hora. Pero también tiene rincones tranquilos donde puedes desconectar un rato. La ciudad tiene estudios de yoga y meditación para todos los gustos, desde sitios pequeños y acogedores hasta centros de bienestar con cafetería y salas de tratamiento. Todos los lugares de esta lista son bonitos, bien pensados y con una energía que invita a relajarse. Cuando necesito parar un momento, estos son mis sitios.
Sui Yoga en SoHo
El hot yoga no suele ser lo mío, pero Sui es otra historia. Los estudios tienen paredes de ladrillos de sal del Himalaya, lo que le da al espacio una calma especial. Las clases son suaves, con ritmo tranquilo, y siempre terminan con una larga savasana. El estudio es luminoso, las duchas están genial y después puedes subir al café a por un zumo o un matcha.
Sage + Sound en el Upper East Side
Sage + Sound no es un estudio de yoga típico. Es un espacio de bienestar centrado en la meditación, la sanación y lo espiritual. Algunas clases son un poco místicas, pero el sitio es precioso y los instructores son increíbles.
FloLo Holistic en Midtown
FloLo está escondido en la parte de arriba de un edificio pequeño en Midtown. Tiene techo de cristal, así que puedes mirar el cielo mientras estás en la esterilla. Y si llueve, se oyen las gotas en el techo. Es un espacio pequeño, ideal para meditación guiada o baños de sonido. Yo voy por el sound healing. Steve probó una clase de yoga y, bueno… piernas largas y estudios pequeños no siempre combinan. Aun así, el ambiente aquí es genial y siempre tengo ganas de volver.
Humming Puppy en Chelsea
Humming Puppy es de Australia y su estudio en Nueva York es de los más bonitos que he visto. La sala es oscura y sencilla, sin distracciones. Las clases tienen un ritmo constante, ni muy lentas ni demasiado exigentes. Lo que lo hace especial es una frecuencia suave llamada Hum que suena durante toda la clase. Suena raro, pero funciona. Ayuda a mantenerte centrado sin esfuerzo.